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Agradecimientos y reclamos marcan el último informe de López Obrador

Este domingo el presidente ofreció su último informe, el cual se desarrolló entre reclamos por los desaparecidos y gritos de apoyo al gobierno actual y al próximo, que será encabezado por Sheinbaum.

"A diferencia de lo que sucedía en los gobiernos neoliberales, ahora no se reprime al pueblo, no se ejecutan masacres, no se tortura, no se desaparece a nadie, no se tolera la violación de los derechos humanos y tampoco existe un narcoestado como el que se configuró en el sexenio antepasado", resonó en el Zócalo de la voz de presidente Andrés Manuel López Obrador, quien este domingo rindió su sexto y último Informe de Gobierno.


Al lado del asta monumental donde ondea la bandera de México, Gustavo sigue atento uno de los últimos mensajes del presidente. Lo hace desde su casa de campaña rodeada por vallas. Se trata del campamento de familiares de personas desaparecidas, quienes desde hace 15 días duermen al pie del asta y no dejan que se retire la bandera, declarando así “la guerra al gobierno” en nombre de los desaparecidos del país.


A unos metros y arropado por sus funcionarios y centenares de simpatizantes, el presidente López Obrador sostiene que durante su gobierno se redujo 15.5 puntos la percepción de inseguridad, respecto al inicio de su administración en diciembre de 2018, de acuerdo con datos del Inegi. "Es la mejor o menos mala en los últimos 10 años, es de 59.4%", afirma.


No obstante, Gustavo busca a su hijo Abraham Zeidy Hernández del Razo, desde el pasado 14 de mayo cuando supo de él por última vez, cuando llamó a su familia desde Escobedo, Nuevo León.


"Hasta el día de hoy no sabemos nada, la Fiscalía no ha hecho absolutamente nada. Si uno no está ahí torciéndoles el rabo ellos no hacen nada”, señala con impotencia Gustavo.


"Tantas pérdidas que hay en este país desgraciadamente que han lacerado y lastimado... No puede continuar así", dice en entrevista.


Para Gustavo, la toma del asta bandera representa una protesta desde el corazón de México, el punto cero donde inicia la patria.


"Creo que es histórica y va a ser recordada por siempre, por los desaparecidos, los cautivos de este país, porque lo único que queremos es que regresen a casa", apunta Gustavo.


El Gobierno de México reconoció en marzo la existencia de 99,729 personas desaparecidas o no localizadas.


En ese conteo de miles de vidas se encuentra Fernando Hernández de la Cruz, desparecido el 22 de junio de 2022 en Altamira, Tamaulipas.


"Estamos en el último Informe del señor López Obrador, que no se ha dignado a venir y platicar con nosotras, las madres buscadoras que tenemos ya 15 días aquí velando el asta bandera", dice la madre de Fernando, Patricia de la Cruz.


La mujer muestra la ficha de búsqueda de su hijo desde el campamento rodeado por vallas, las cuales las familias usaron para colocar lonas con los rostros y nombres de sus seres queridos.


"No somos un desaparecido, no somos 10, somos más de 100,000 desaparecidos en México. Eso no puede ser porque la tierra no se traga a las personas. Hay gente y sabemos muy bien que hay autoridades que están desapareciendo a nuestras familias.


"No nada más es un luto que llevamos en nuestra casa como familia, es un luto en México", sostiene.


Patricia pide hacer equipo con la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, a quien López Obrador entregará la banda presidencial el próximo 1 de octubre. Pide a la futura mandataria realizar búsquedas en terreno pues "los colectivos saben cómo buscar".


En contrate con el sentir de los familiares de desaparecidos, el Zócalo se llenó este domingo con música de batucada, vendedores de peluches, playeras, bolsas y llaveros con la imagen de López Obrador.


Lo que comenzó un par de horas antes como una verbena popular al ritmo del huapango y con la venta de nieves de frutas, papas y chicharrones, se convirtió para las 10:00 horas en una lucha de resistencia ante el peso del sol sobre la piel de los asistentes que esperaban al presidente.


Laura Maribel Ramos Torres, de la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, dice con orgullo apoyar a López Obrador desde hace 18 años, protestando contra el intento de desafuero cuando era jefe de Gobierno.


En 2006, cuando se realizó el plantón en el Monumento a la Revolución, Laura repartía comida entre los manifestantes.


"Estuve en el desafuero, estuve en todas las marchas, yo me subía a los micros a dar volantes de mi propio dinero, alquilabamos micros para traer a gente de la tercera edad", cuenta Laura.


Para 2018, cuando en su tercer intento López Obrador fue declarado como ganador de la elección presidencial, Laura recuerda haber llorado junto a su madre al conocer la noticia y celebrar en el Zócalo bailando al ritmo de mariachis.


"Es triste y a la vez una alegría porque se nos cumplió ese sueño que teníamos de que él tenía que llegar a ser presidente, para mí es un sueño realizado", afirma.


Sin embargo, reconoce la seguridad como uno de los pendientes del sexenio que termina.


"Nos quejamos de la seguridad, pero en seis años no se podía hacer tanto, porque el presidente (Felipe) Calderón nos dejó una herencia de inseguridad por dejar entrar al narcotráfico", considera.


Fausto Gonzalez porta una lona con la caricatura del presidente y la leyenda "es un honor macanear como Obrador", la cual sostiene amarrada a un bastón que también lo apoya a él.


Salió a las 6 de la mañana de su casa en Ixtapaluca, Estado de México, para presenciar el último Informe de Gobierno del presidente, pese a que al día siguiente tiene programada una cirugía de rodilla.


"No hay ser humano más grande, más humanista que el compañero presidente. Para mí es el más grande pedagogo, el más grande historiador", dice sobre el actual presidente.


Fausto recibe la Pensión del Bienestar para Adultos Mayores, también su pareja y su hijo son beneficiarios de apoyos del gobierno de México. Para él, la administración de López Obrador ha sido marcada por voltear a ver a quienes menos tienen.


"Ya no hay que matarse para sobrevivir, es un apoyo gigante. (...) Toda esa lana se la robaban y uno no lo sabía", considera.


Para Fausto, la única deuda del fundador de Morena es sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.


"Creo que le va a doler mucho no haber resuelto el caso de Ayotzinapa, pero no es problema de él, hay mucha gente involucrada", comenta.


Con más de dos horas de discurso y el sol del mediodía a cuestas sobre el público, el presidente López Obrador se despidió en la que será una de sus últimas apariciones públicas antes de entregar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum.


"Gracias de corazón. ¡Que viva el pueblo de México!", cerró el político.


Fuentes: Expansión Política, Agencia 24mm, France 24, SinEmbargo MX

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