Durante una reunión de trabajo con los seis Centros Públicos (CP) coordinados por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) en Aguascalientes, su directora general, María Elena Álvarez-Buylla Roces, anunció la creación de un centro de formación en tecnologías inteligentes y cómputo en las instalaciones del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Aguascalientes.
Luego de desmantelar el capital humano con el que contaba este instituto, empezando por la renuncia de Alejandro Madrazo Lajous por denunciar prácticas intimidatorias y autoritarias, además de amenazas y acoso, se anunció que este centro cuenta con importante infraestructura física que opera con “bajo índice de ocupación de espacio”.
En su momento, el director Madrazo Lajous aseguró que los estaban echando “haciendo de nuestra casa un lugar amenazante y hostil, a fin de purgar al CIDE de voces críticas al gobierno”; además denunció que las condiciones laborales en el Centro se habían deteriorado de forma acelerada al decidir “destruir esta institución”, por ejemplo, con pagos retenidos, órganos colegiales atropellados y derechos laborales no respetados, lo que provocaba un ambiente de trabajo complicado. En estos tiempos también se concluyó el acuerdo con el programa de investigadores Cátedras Conacyt.
Hoy ya con un grupo de investigadores al frente de los institutos alineados a la actual forma de trabajo del Conahcyt, se dijo que este centro de formación contará con programas tipo técnico superior universitario (TSU) en colaboración con Infotec y el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo). La representante de Conahcyt agregó que se pretende colaborar entre los distintos centros que tienen sede en la entidad, como el Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq), el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) y el Centro de Investigaciones en Óptica (CIO).
De acuerdo con Álvarez Buylla, esta acción “recupera un elefante blanco de los tiempos neoliberales”, versión que contrasta con las múltiples denuncias de intimidación al trabajo que se realizaba en el CIDE, tanto en su sede en Ciudad de México, como en la de Aguascalientes.
Fuente: El Economista
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