El bloqueo comercial ocurre después de una agresión contra dos inspectores agrícolas estadounidenses en el municipio de Aranza.
La reciente suspensión de las importaciones de aguacate mexicano a Estados Unidos ha puesto en alerta a la industria agrícola y económica de Michoacán, principal productor mundial de este fruto conocido como el "oro verde". La medida fue tomada por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) después de que inspectores estadounidenses fueran agredidos por comuneros en el municipio de Aranza, Michoacán, mientras realizaban labores de inspección de la calidad del aguacate destinado a la exportación.
Este incidente no solo ha desencadenado la suspensión de las operaciones de inspección en el estado, sino también una alerta de seguridad por parte del gobierno estadounidense, instando a sus ciudadanos a evitar viajar a Michoacán. La decisión ha generado un impacto significativo, ya que Estados Unidos es el principal mercado para las exportaciones de aguacate mexicano, representando aproximadamente el 81% de las exportaciones totales, con un valor superior a los 2,700 millones de dólares.
Las repercusiones económicas son palpables: se estima que la suspensión diaria de las exportaciones genera pérdidas de hasta 7.5 millones de dólares, afectando tanto a los productores como a los trabajadores del sector. Además, la temporada de cosecha actual complica aún más la situación, ya que los exportadores enfrentan la posibilidad de incumplir con contratos establecidos y enfrentar sanciones económicas.
Ante esta situación, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ha expresado su compromiso de trabajar con las autoridades estadounidenses para restablecer las exportaciones lo antes posible. Sin embargo, el conflicto subyacente de seguridad en la región sigue siendo un desafío, con una historia previa de incidentes que han llevado a restricciones similares en el pasado.
La industria del aguacate es fundamental para la economía local y nacional, proporcionando empleo a miles de personas y siendo un motor de crecimiento económico en varias regiones de México. La esperanza está puesta en encontrar una solución diplomática que permita reabrir las puertas del mercado estadounidense para el aguacate mexicano, garantizando al mismo tiempo la seguridad y el bienestar de todos los involucrados.
Fuentes: El País, ADN, Don Aguacato
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