El estado morenista de Puebla está por terminar un sexenio, en el que se murieron dos gobernadores y tuvieron seis personas que se encargaron del destino del estado.
Entre tres hombres, dos expriistas y un panista de cepa, está el futuro gobernador de Puebla para el periodo 2024-2030.
Se trata de Alejandro Armenta Mier, quien es el candidato de la coalición ‘Sigamos Haciendo Historia’ que encabeza Morena; Eduardo Rivera Pérez, de la alianza ‘Mejor rumbo para Puebla’, integrado por el PAN, PRI, PRD y PSI; y Fernando Morales, de Movimiento Ciudadano.
Los tres tienen experiencia en la política y en el servicio público pues han sido legisladores, dirigentes de partido, y uno de ellos, dos veces presidente de la capital del estado.
Aquí te contamos quiénes son estos personajes que buscan gobernar esta entidad que tiene un padrón de 5 millones 63,749 electores, que son los que decidirán en las urnas el próximo 2 de junio.
-Alejandro Armenta Mier (Morena-PT-PVEM):
Para Alejandro Armenta, la tercera fue la vencida en Morena. Recién llegado al partido en 2018 y en 2019, intentó convertirse en el abanderado de este instituto político fundado por Andrés Manuel López Obrador, pero en las dos ocasiones fue palomeado el fallecido exgobernador Miguel Barbosa para competir.
En el primer proceso en 2018, Armenta finalmente compitió por el Senado porque no fue tomado en cuenta en la encuesta, pero en 2019, tras morir la entonces gobernadora panista Martha Erika Alonso, al desplomarse el helicóptero en el que viajaba, se convocó a una elección extraordinaria, y ahí lo volvió a intentar.
Le disputó en tribunales la candidatura a Barbosa por lo que tuvo que intervenir quien es considerado como su “padrino político”, Ricardo Monreal, para que desistiera de las dos impugnaciones que habían llegado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Armenta llegó a Morena en 2017 por invitación de Dulce Silva, actual diputada federal y esposa de César Yáñez, uno de los más cercanos a López Obrador, y desde entonces, se fijó como meta convertirse en candidato a la Gubernatura, designación que finalmente logró la madrugada del 11 de noviembre de 2023 cuando se oficializó que ganó la encuesta, dejando en el camino a otros seis aspirantes, entre ellos, su primo Ignacio Mier, coordinador de diputados federales del partido.
Su carrera política inició en el PRI desde muy joven pues a los 23 años ganó su primera elección, como presidente del municipio de Acatzingo, tierra de su mamá, donde gobernó entre 1993-1995.
Después de ahí, ocupó diversos cargos públicos y partidistas. Fue diputado local entre 2002-2005; en el gobierno de Mario Marín Torres (2005-2011) fue director del Sistema Estatal DIF en el primer año y entre 2006 a 2008, fue secretario de Desarrollo Social.
Por estos cargos que tuvo en ese sexenio, polémico por el caso Lydia Cacho, a Armenta lo han tachado sus opositores de “marinista” como una forma de demeritar su trayectoria política.
Después que dejó el gabinete en 2008, se convirtió en el líder estatal del PRI hasta 2010, año en el que el partido tricolor perdió la gubernatura con Javier López Zavala –actualmente preso por el feminicidio de la activista Cecilia Monzón– frente al panista Rafael Moreno Valle.
En 2016 que hubo una elección para la minigubernatura (2017-2018), Armenta fue el coordinador de campaña de Blanca Alcalá, perdiendo una vez más, y en 2017 cuando era diputado federal, abandonó su militancia de 30 años, pasándose a Morena, con miras de buscar la gubernatura en 2018.
-Eduardo Rivera Pérez (PAN-PRI-PRD):
Con la muerte de los exgobernadores Rafael Moreno Valle (2011-2017) y su esposa Martha Erika Alonso (2018), el grupo político de Eduardo Rivera Pérez revivió y tomó el control del PAN.
Él milita desde los 19 años en Acción Nacional. Lo relacionan con el grupo más conservador conocido como el yunque, y desde aquí ha ocupado diversos cargos públicos y partidistas.
Fue diputado federal entre 2000-2003; dirigente del partido entre 2003 a 2006. Antes de la llegada de Rafael Moreno Valle, era uno de los líderes más combatidos del panismo poblano, pero con el arribo del fallecido exgobernador, después de salirse del PRI en 2006, quedó en segundo plano.
Aún así, siguió ocupando cargos públicos como diputado local para el periodo de 2008 a 2011, pero en 2010 solicitó licencia para competir por primera vez por la presidencia de Puebla como una cuota de los “conservadores” del partido y lo logró, llegó al poder de la mano de Moreno Valle.
Sin embargo, desde su primer año de gobierno fue relegado por el entonces gobernador al grado de haber sido excluido del balcón del Palacio Municipal la noche del 15 de septiembre de 2011 tras el Grito de Independencia, siendo la primera vez en Puebla en que un edil no compartía el escenario.
Las fricciones entre ambos grupos políticos al interior del PAN llegaron a su grado máximo en abril de 2017 cuando los legisladores afines a Moreno Valle aprobaron en el Congreso local inhabilitar a Rivera Pérez por 12 años para ejercer cargos públicos y multarlo con 25.5 millones de pesos, por supuestas irregularidades detectadas a su Cuenta Pública de 2013, cuando él era alcalde de la capital.
La intención era dejarlo fuera de cualquier competencia en la elección del 2018, ya que nuevamente se perfilaba como el perfil más fuerte para regresar a la presidencia municipal.
Después de ganar un amparo en definitiva para echar abajo la resolución de los diputados morenovallistas, Eduardo Rivera se registró y terminó negociando con Martha Erika Alonso para competir ahora con ella en fórmula en esa elección, la cual perdió.
Únicamente resultó ganadora Martha Erika Alonso, quien después de una disputa con Barbosa en tribunales, rindió protesta, pero a los diez días de gobernadora falleció junto con el entonces senador Rafael Moreno Valle y otras tres personas al desplomarse el helicóptero en el que viajaban.
Con esos fallecimientos de quienes tenían el control absoluto del PAN y de los cargos públicos en Puebla, se reagrupó Eduardo Rivera y volvió a competir por tercera vez por la presidencia de la capital en 2021, resultando ganador.
Desde esta posición, empezó a trabajar por su candidatura, aunque después lo dudó pues llegó a declarar que también analizaba la reelección, pero finalmente, según lo que él mismo ha contado, lo convenció Marko Cortés para buscar que regrese el PAN a la gubernatura en la elección de este 2024.
Solicitó licencia definitiva a su cargo en diciembre de 2023 para buscar sacar a Morena del poder.
-Fernando Morales Martínez (Movimiento Ciudadano):
En 2005, cuando concluyó el sexenio de su papá, ganó ser diputado local hasta 2008, y en 2009, fue nombrado delegado de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del estado en el municipio de Tecamachalco.
Después se convirtió el diputado federal (2009-2012) y para febrero de 2012, rindió protesta como encargado del PRI estatal y nueve meses después renunció con el argumento de integrarse al equipo de Enrique Peña Nieto, pero esto no ocurrió.
En marzo de 2015, aún siendo priista, Fernando Morales fue nombrado en el gobierno de Rafael Moreno Valle subsecretario de Desarrollo Político y Participación Ciudadana de la Secretaría General de Gobierno, nombramiento que fue polémico pues desde meses atrás trascendía que ya trabajaba ahí.
Después, en enero de 2017 cuando ganó Antonio Gali Fayad la gubernatura, él siguió con chamba como coordinador general de vinculación interinstitucional y atención ciudadana hasta que finalmente dejó el PRI.
Aunque declaró en ese entonces que no se iría a ningún otro partido político, llegó al ahora Movimiento Ciudadano en donde rápidamente asumió el control total del partido.
Siendo diputado local (2021-2024) y dirigente estatal del partido, se autodesignó como el candidato a la gubernatura y empezó con el discurso que caracteriza ahorita a los abanderados del partido naranja en que él representa “lo nuevo” de la política.
Fuentes: Expansión Política, Reto Diario, El Sol de Puebla, CNN en Español y Forbes México.
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