A dos semanas de la elección, por “causas externas” está incompleta la columna vertebral del INE, que son los trabajadores que están en campo; bajos salarios y "pirataje" son algunos de los factores.
De manera inédita, la instalación del 100% de las casillas en distritos de una veintena de entidades del país está en duda, pues el Instituto Nacional Electoral (INE) tiene un déficit de capacitadores y supervisores electorales, sin los cuales no pueden instalarse ni funcionar con éxito la totalidad de las mesas de votación en esos estados.
Aunque el INE alista medidas emergentes y extraordinarias para atender el problema, hasta el momento se advierte ese riesgo en algunos distritos de Baja California, Campeche, Chihuahua, Tamaulipas, pero son 20 estados en donde el INE continúa, a dos semanas de la elección, con 41 vacantes de personas supervisores electorales (SAE) y 800 de Capacitadores Asistentes Electorales (CAES), más las renuncias que se acumulen en esas u otras entidades.
Los factores que llevaron a esta crisis por falta de CAES y SAES suficientes son diversas, pero desde que en noviembre el INE lanzó la convocatoria para contratar a este tipo de personal, a diferencia del pasado no hubo mucho interés ciudadano, a diferencia de otros procesos electorales.
A esto se han sumado las renuncias, sea por motivos personales, temor por inseguridad o por el “pirataje”, pues se trata de personal que, ya capacitado sobre las labores a realizar, es “robado” por los partidos políticos para que, con el ofrecimiento de más ingresos, funjan como sus representantes en las casillas, fenómeno que es común en cada elección pero que en éste se ha acentuado.
Desde hace 34 años en que se fundó el Instituto Federal Electoral (IFE), precursor del INE, no se había vivido una situación así, aunque el organismo discutirá esta semana un proyecto de acuerdo por el que, de manera excepcional y para evitar “casos de riesgo con un alto número de vacancias en las figuras de CAE y SE”, tomarán medidas para suplir la falta de este tipo de personal.
El acuerdo que será votado prevé cuatro alternativas de solución y tres de ellas consideran apoyarse o utilizar a los CAES que ya fueron reclutados por Organismos Públicos Locales Electorales (OPLS) en las nueve entidades que también tendrán elecciones locales para elegir personas gobernadoras, renovar congreso o ayuntamientos.
Las cuatro opciones son: prever la posibilidad de que CAES locales se conviertan en CAES federales; que CAES locales apoyen simultáneamente a los CAES federales; que se utilice la lista de reserva de los CAES locales (que fueron preseleccionados pero no habían sido reclutados) o en último de los casos, utilizar al personal administrativo de Juntas Locales o Distritales del INE o de plano de las oficinas centrales del organismo electoral.
Aunque el INE ha minimizado la relevancia del problema, en el anteproyecto de acuerdo que busca dar solución a la crisis y que fue aprobado la noche del lunes en sesión de Capacitación y Organización Electoral, reconoció que “es necesario contar con el personal necesario que cumpla con sus funciones sustantivas, sin las cuales difícilmente cumpliríamos fielmente con la misión del instituto”.
¿Qué son los CAES del INE?
El sistema de elecciones en México consiste en que quienes instalan casillas, vigilan las urnas y cuentan los votos, son ciudadanos elegidos al azar sin ningún perfil partidista.
Para que esto sea posible cada elección federal el INE -y los OPLES también, si tienen elección local- lanzan convocatorias para contratar CAES y SAES.
Se trata de miles de personas que son contratadas y pasan un proceso de selección y de capacitación, pues los CAES son el personal del INE que recorre todo el territorio nacional para visitar a los ciudadanos que resultan insaculados—pues en cada elección, públicamente se sortea el mes de nacimiento y letra del primer apellido de los que serán convocados— y, casa por casa, son invitados a participar como funcionarios de casilla.
Esta labor de convencimiento implica que se visite a más de 12.8 millones de mexicanos, aunque al final queden como funcionarios de casilla un millón 530 mil, que son capacitados para ser presidentes, secretarios y escrutadores y conocer desde el manejo de la paquetería electoral hasta el conteo de votos y llenado de actas, además del traslado de paquetes electorales a cada Consejo Distrital.
El día de la jornada electoral miles de CAES están pendientes de que se instalen las casillas que les fueron asignadas en su área de responsabilidad electoral (Are), donde deben resolver las problemáticas que se presenten, como la inasistencia de las personas capacitadas y tomar ciudadanos en fila para suplir ausencias, atender desde dudas hasta posibles casos de lluvias, inundaciones, eventuales confrontaciones, violencia u otros.
Además los CAES son los responsables de que al final, cuando los ciudadanos contaron los votos emitidos y llenaron el acta respectiva, le tomen una fotografía a esta y transmitan la imagen –de todas las casillas de su Are- al INE para que funcione el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), donde desde cualquier computadora podrá visualizarse el acta de las cerca de 170 mil casillas que se instalarán para la elección federal.
También habrá CAES que el día de la elección deberán enviar esos resultados si alguna de sus casillas salió en la muestra para realizar el Conteo Rápido, mismo que anticipará resultados de las elecciones presidenciales y a 9 ejecutivos estatales, además de integración del Congreso Federal.
Todas estas tareas son supervisadas por SAES a los que se asigna también una zona de responsabilidad (Zore) en la que coordina un conjunto de CAES de los que debe estar pendiente durante la elección para que el proceso fluya sin problemas.
Es por todo eso que no se puede prescindir de CAES y SAES para la instalación de las casillas, de ahí que para el INE este personal sea “la columna vertebral” de la organización electoral.
¿Por qué se desató la crisis por los CAES del INE?
De acuerdo al INE, desde el principio se notó desinterés ciudadano en fungir como trabajador para las elecciones, y en esto si influyó el tema de los salarios, pues dejaron de ser atractivos.
Y al momento de la aprobación de las convocatorias para reclutar personal - el año pasado-, vino el recorte al gasto del INE, que fue de 1,400 millones de pesos para este 2024, lo que impidió que se buscara aumentar la oferta salarial, pues la contratación de CAES, en total 42,630 y 7,118 SAES aunque su labor sea sólo por unos meses, absorbe el mayor costo de todo el proceso electoral.
Hoy los supervisores tienen una percepción de 15, 750 pesos brutos, es decir, menos impuestos, además de gastos de campo por 4, 512 pesos, dado que todos los días deben recorrer grandes distancias en su labor. Para los CAES el pago es de 12 mil pesos brutos, más 3, 201 por gastos de campo.
Es decir, a cada SAE le quedan de su salario poco más de 10 mil pesos netos y a los CAES poco más de 8,000 pesos. Pero dado que pasan meses en campo, cuentan con seguro de gastos médicos mayores y seguro de vida privado - como otros funcionarios del INE- prestación que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha buscado eliminar de todo el organismo por considerarlo un privilegio.
Además este personal debe contar con vestimenta y equipo proporcionado por el INE, pero tras la llegada de la consejera presidenta Guadalupe Taddei, en abril de 2023, y ante la falta de consensos, se retrasaron durante casi 8 meses designaciones de funcionarios de áreas dedicadas a la organización electoral, lo que afectó los procesos de contratación, retrasó la entrega de vestimenta, ocasionó que se mandara al personal a trabajar en calle sin equipo completo y encareció las compras.
Esa es la situación que viven CAES y SAES y por lo cual la convocatoria del INE para contrataciones no tuvo el éxito del pasado. De acuerdo a consejeros y partidos trabajar en fábricas e incluso esperar el pago de programas sociales les resultó mejor a algunos ciudadanos.
En la sesión de la Comisión de Capacitación del INE, el lunes, María Elena Cornejo Esparza, directora ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica reconoció que desde el primer proceso de selección “no se contó con suficientes aspirantes” y se tuvo la necesidad de una nueva convocatoria nacional el 29 de noviembre de 2023 para cubrir todos los distritos o lograr una “lista de reserva” es decir, quienes podrían ser suplentes de ser necesario.
Pero en 25 entidades, en las que se ubican 100 del total de 300 distritos, no se presentaron aspirantes necesarios para cubrir la totalidad de las vacantes, y por tanto se emitió una nueva convocatoria nacional.
Pero de esos estados, seis convocaron para contratar el 100% de CAES y SAES pues no habían logrado reclutar a ninguno y esas entidades son: Baja California, Baja California Sur, Campeche y Chihuahua Tamaulipas y Zacatecas.
Del total de 300 distritos en todo el país “al 18 de mayo se han emitido 1,275 convocatorias y se continúa con 41 vacantes de supervisores personas supervisores electorales y 800 de CAES”, reportó la funcionaria y sólo en el fin de semana se reportaron 24 vacantes adicionales.
Según el proyecto de acuerdo que será discutido en la sesión del INE, “se consideró que los distritos con mayor riesgo (de no instalación de la totalidad de casillas) son aquellos con 10 o más vacantes de CAE o SE; o bien que siendo menor la cantidad de vacantes afecte la operatividad del día de la jornada electoral”.
Sin embargo, las vacancias no implican hasta hoy un riesgo para la elección. En el documento se reportan las entidades con más espacios vacíos, aunque pese al número de éstas no se afecta la elección, pues por un lado lo que se busca con el acuerdo es suplirlas con CAES o SAES locales, o personal del INE, y por otro, porque la proporción de trabajadores faltantes, salvo los casos de Baja California, Quintana Roo y Tlaxcala, no supera el 5%, es decir, más del 94% de los funcionarios electorales están en funciones.
Así, de acuerdo al INE en Baja California de 1,327 CAES a contratar aún faltan 70, en Campeche, con 312 empleados necesarios, hay 10 espacios vacantes; en Chihuahua se requerían 2, 452 y faltan 52 y en Tamaulipas están vacíos 27 cargos de 1,234 necesarios.
Pese a ser la capital del país incluso en la ciudad de México se reporta que de 3,390 CAES solicitados hay 72 puestos vacantes. Esto no representa riesgo en el proceso, pero significa que hay distritos que hoy no tienen la cobertura completa para supervisar la operación de las casillas en día de la elección y si está en veremos la instalación de algunas casillas si no se consigue llenar las vacantes.
En la sesión, los partidos políticos respaldaron el acuerdo para resolver esta crisis, en tanto que los consejeros Carla Humphrey, Jaime Rivera y Dania Ravel delinearon que una de las causas es que el INE ofrecía sueldos competitivos a CAES y SAES y dejó de hacerlo.
Incluso en esta elección resultó más redituable trabajar en el Tren Maya o en fábricas, que sumarse a trabajar en el INE como capacitador o supervisor, reconoció la primera.
“Sabemos que las condiciones han cambiado, antes eran sueldos competitivos para mantenerse durante todo el periodo trabajando con el INE (…) ahora hay distintas realidades y aunque hemos intentado elevarlos, pues es cierto que hay alguna competencia: instalación de fábricas, la propia construcción del Tren Maya, en algunas zonas el turismo en fin y ya no son atractivos” los salarios, dijo Humphrey.
Muchas personas “han declinado” y además porque se trata de puestos temporales “por lo tanto el que muchas veces les ofrezcas un salario más elevado de la media o de lo normal los animaba. Creo que todo esto se tiene que se tiene que revisar (…) y ya estas medidas extraordinarias que no sabemos si van a poder o a estas alturas y resolver una problemática que es más de fondo”, agregó.
La causa principal ha sido, expuso Rivera, “que los sueldos son poco competitivos, estos encuentran muy escaso aumento en todo caso es menor que la inflación acumulada en los años y además con el aumento al salario mínimo y además con otro tipo de transferencia en la parte de la población” como son los apoyos sociales, todo hizo que el salario no haya atraído a interesados en trabajar para el INE.
“Agregando los recortes pues estábamos analizando la situación” dijo el consejero, para autorizar un posible aumento salarial, pero se recortó el presupuesto del INE, recordó.
“Avizorábamos complicaciones por eso perdimos un pequeño aumento” expuso Ravel Cuevas, pero expuso que además resultó que el Instituto Nacional de Geografía (Inegi) se encuentra en levantamiento de la Encuesta Económica, y al convocar a contratar personal “estamos compitiendo prácticamente por el mismo público objetivo”, por lo que muchos optaron por trabajar para el censo.
El representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante la Comisión, Luis Cuenca, estableció que el origen de esto es “sin politizarlo (pero) ya es parte de malbaratar las elecciones, estas son las consecuencias”.
En la reunión, los representantes de Morena, Jaime Castañeda y Alejandro Padilla, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) expresaron las dudas sobre el personal administrativo del INE que será tomado para fungir como CAE o SAE.
En el caso de Padilla, porque podrían desempeñarse varias tareas y descuidarse otras funciones asignadas “siendo un conjunto de 100 distritos (que habría que cubrir) ahí estaría mi preocupación ¿cómo estaría el Instituto deslumbrando solución? porque finalmente los CAES tienen una operación muy extenuante el día de la jornada” y tienen que estar pendientes de cualquier incidencia.
Esto “podría hacer grieta en varias actividades”, planteó, mientras que el morenista indicó que no se debe asignar a cualquiera como CAE.
“No se trata de nombrar a cualquiera, se trata por una parte personal probado, experimentado” y no es el ideal, primero se tratará de cubrir con CAES locales o en lista de reserva local, pero dado el caso “tenemos llegar a esto para cubrir los huecos que se han creado por causas externas (…) ya no hay tiempo para aplazar una decisión tan urgente” explicó el consejero Rivera.
Fuentes: Expansión Política, El Economista, Formato Siete, The New York Times y NotiPress.
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