Vestidos con ropa blanca y pañuelo rojo, como marca la tradición, miles de personas llenaron la plaza para el inicio de las fiestas en Pamplona.
Ante una marea roja y blanca de fiesteros, la ciudad española de Pamplona arrancó este sábado sus celebraciones de San Fermín con el tradicional "chupinazo", que abre estos nueve días de festejos mundialmente conocidos por sus encierros de toros en las calles de Pamplona.
Vestidos con ropa blanca y pañuelo rojo, como marca la tradición, miles de personas llenaron la plaza del Ayuntamiento de Pamplona al mediodía local para asistir al "chupinazo", el lanzamiento de un potente petardo que anuncia el comienzo de las fiestas.
Aritz Ibáñez Lusarreta, Itxaso Martínez de la Pera Barrachina y Ángel Arana Seguín, representantes del grupo Duguna Iruñeko Dantzariak (Dantzaris de Pamplona), que este año cumple su 75º aniversario, han sido los encargados de prender la mecha del cohete que anuncia el inicio de los Sanfermines.
Los primeros dos se han repartido las tradicionales palabras: "Iruindarrak. Pamplonesas, pamploneses. ¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!". Desde la plaza, los miles de asistentes han repetido "viva" y "gora", y Arana ha prendido la mecha del cohete.
Al grito de "¡Viva San Fermín!" y con el vino ya fluyendo entre los alegres fiesteros, las celebraciones comenzaron en esta ciudad del norte de España, que se tiñe de rojo y blanco hasta el 14 de julio. El cielo nublado y la lluvia que ha caído en Pamplona durante la mañana no ha impedido que miles de personas se hayan congregado en el centro de Pamplona para asistir al inicio de la fiesta.
En el interior de la Casa Consistorial han seguido el lanzamiento del chupinazo el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, y miembros de la corporación municipal integrada por ediles de los diversos grupos políticos locales.
Mundialmente famosas desde que Ernest Hemingway las inmortalizara en su novela "Fiesta" ("The Sun Also Rises", 1926), estas celebraciones atraen cada año a miles de visitantes de todo el mundo. Las Fiestas de San Fermín, con orígenes medievales, incluyen también conciertos, procesiones religiosas, bailes folclóricos, y mucho vino.
El momento álgido, sin embargo, llega cada día a las 08:00 de la mañana, cuando cientos de asistentes se lanzan a una peligrosa carrera de 848,6 metros ante seis pesados toros de lidia por las estrechas calles del centro de la ciudad. Durante los intensos "encierros", de menos de tres minutos, los corredores tratan de acercarse al máximo a los animales en su sprint hasta la plaza de toros de Pamplona, donde serán lidiados por la tarde.
El esperado primer encierro de este año será este domingo 7 de julio, día de San Fermín. Docenas de personas resultan heridas cada año, aunque en su mayoría son lesiones derivadas de caídas o pisotones de los animales. La última muerte fue en 2009, cuando un toro corneó a un español de 27 años.
Fuentes: Excélsior, El Huffpost, Marca
Comments