El meteoro, que de nuevo se degradó a tormenta tropical, dejó a Guerrero con ocho muertos, inundaciones, derrumbes, suspensión de transporte y electricidad.
Durante cuatro días, las lluvias de John dejaron inundaciones, deslaves, cortes de energía eléctrica, cierres carreteros, vuelos cancelados, falta de transporte público, cierre de comercios y al menos ocho muertos en Guerrero.
Las afectaciones se concentran en Acapulco: el aeropuerto internacional suspendió operaciones hasta nuevo aviso y en la zona Diamante la mayoría de las colonias están anegadas. Al menos 250 vecinos tuvieron que ser rescatados de sus casas. En la avenida escénica hubo derrumbes, lo mismo que en la autopista Cuernavaca-Chilpancingo, que cerró durante cinco horas.
El lunes, John golpeó Guerrero como huracán y se degradó a tormenta, pero retomó fuerza el miércoles para enfilarse de nuevo hacia la costa. Anoche volvió a perder intensidad
Se prevé que este viernes impacte con lluvias intensas en Michoacán, que declaró alerta máxima en seis municipios. También amenaza a Colima y Jalisco.
En tanto, con un potencial “catastrófico y mortal”, el huracán Helene tocó tierra ayer en Florida con categoría 4 y provocó el deceso de al menos tres personas.
Las lluvias de los últimos cuatro días, provocadas por el huracán John, causaron severas afectaciones en Acapulco y otros municipios de Guerrero, donde se reportan inundaciones, deslaves, cortes de energía eléctrica y al menos ocho muertos.
En Punta Diamante la mayoría de las colonias y conjuntos habitacionales están inundados y vecinos piden ayuda, mediante redes sociales, para poder salir de su casa y trasladarse a un albergue o la casa de algún familiar.
Las precipitaciones causaron el desplome del muro de una jardinera del icónico hotel Las Brisas, en la avenida escénica de Acapulco, vialidad en la que hubo varios deslizamientos de tierra.
La carretera Cayaco-Puerto Marqués también quedó inundada. En la Autopista del Sol hubo derrumbes en varios tramos de Acapulco a Chilpancingo, por lo que se decidió cerrarla para quitar toda la tierra y piedras del camino. Pasadas las 18:00 horas fue reabierta.
Mediante el Plan DN-III, personal de Marina auxilia a la población, así como la Guardia Nacional, que informó de más de 250 personas rescatadas ayer en cuatro colonias de la zona Diamante.
Tras disiparse, los remanentes de John se internaron en el océano Pacífico, donde se volvió a fortalecer el miércoles y enfilarse de nuevo a tierra. Hasta el cierre de esta edición, estaba a 90 km al oeste del puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán, y soplaba vientos máximos sostenidos de 120 km/h, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
En la capital de Guerrero, Chilpancingo, el río Huacapa, que atraviesa la ciudad, se encuentra a 90% de su capacidad, por lo que hay riesgo de desbordamiento.
Las fuerzas de seguridad tuvieron que utilizar lanchas para rescatar a personas atrapadas en casas y edificios en los que el agua alcanzó dos metros de altura.
Otras familias empezaron a salir para hacer las compras, aunque debieron esperar hasta dos horas para ingresar, debido a que los pocos supermercados que abrieron en Acapulco se encuentran saturados.
En Punta Diamante, la Comisión Federal de Electricidad cortó el suministro de energía eléctrica para evitar algún incidente, pues muchas casas tienen hasta medio metro de agua en su interior. Además, el Aeropuerto Internacional de Acapulco suspendió sus operaciones hasta nuevo aviso.
Aunque la noche de ayer, John se degradó a tormenta tropical, Michoacán, Colima y Jalisco declararon alerta ante su avance, pues, de seguir su ruta, impactará hoy en costas michoacanas.
El gobierno de Michoacán declaró “alerta máxima” seis municipios: Lázaro Cárdenas, donde ya se encuentran 21 refugios listos, Aquila y Coahuayana, en la Costa; y Arteaga, Tumbiscatío y Coalcomán en la Sierra.
En Colima se mantiene alerta naranja para los tres municipios costeros: Manzanillo, Tecomán y Armería.
Mientras que en Jalisco establecieron una mesa permanente de monitoreo.
Se activó el Plan DN-III en fase de prevención.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, aseguró que el gobierno estatal continuará trabajando sin descanso para atender a las comunidades afectadas por el huracán John, implementando un despliegue estratégico en las zonas más afectadas.
Acompañada de autoridades de la Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional y la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, Salgado informó sobre las acciones conjuntas realizadas por los tres órdenes de gobierno en respuesta a la emergencia.
Desde el Centro de Mando para Efectos de la Temporada de Lluvias y Ciclones 2024, Salgado señaló que, aunque el huracán John se aleja del estado, aún se mantienen zonas de prevención desde Tecpan de Galeana hasta Punta San Telmo, Michoacán, debido a las fuertes lluvias, vientos y oleaje elevado que continúan afectando la región.
La mandataria destacó la rápida respuesta en la evacuación de 280 personas en comunidades de Coyuca de Benítez y el rescate de 11 personas en Acapulco, gracias al apoyo de la Sedena y los planes DN-III, Marina y Guardia Nacional, que están activos para asistir a la población en riesgo.
Salgado Pineda también mencionó que se mantiene una estrecha coordinación con los alcaldes de las zonas afectadas y aseguró que las acciones de apoyo continuarán en toda la Costa Grande y otras regiones afectadas.
A su paso por Guerrero, como tormenta tropical, John incrementó el nivel de río y elevó las presas a 90% de su capacidad en promedio.
Ya como huracán categoría 1, John recorrió la costa michoacana y llenó los embalses más importantes del estado, confirmaron fuentes gubernamentales.
Las presas Chilatán, Zicuirán, La Villita y Francisco J. Múgica están a límite, por lo cual la Comisión Nacional del Agua (Conagua) decidió desfogarlas para evitar riesgos en su estructura.
Mientras que en Morelia la presa de Cointzio está al 100% y se prevé su desfogue hoy.
El movimiento del huracán John en el Pacífico mexicano “es muy poco común”, puesto que “la mayoría de los sistemas, una vez que entran a tierra, tienden ya a quedarse en zona continental y, por ende, disiparse”, y sólo en raras ocasiones reingresan a mar, indicó José Martín Cortés, meteorólogo de Meteored.
El movimiento de John es atípico. “Recientemente no se tiene algún evento que haya sido similar”, indicó entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio.
Explicó que este sistema “antes de salir al mar ya se había degradado a una baja presión remanente”, posteriormente “se desplazó hacia el suroeste, eso hizo que saliera al mar” en donde tomó fuerza y, dado que se trataba del mismo fenómeno, conservó el nombre que le fue asignado.
Una tormenta se registró en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín y en menos de una hora calles y avenidas se anegaron. Anoche reportaron problemas de inundaciones en al menos 10 colonias y fraccionamientos.
En la avenida Ejército Mexicano, en la zona de Boca del Río, hubo tramos inundados y se formó una larga fila de vehículos que difícilmente podían avanzar ante el nivel del agua que ya alcanzaba poco más de un metro.
Las autoridades municipales realizaban recorridos para verificar la situación de los habitantes que reportaban vehículos varados. Señalaron que esta tormenta es atípica en la región.
Las fuertes lluvias provocadas por el paso del huracán John siniestraron casi dos mil hectáreas de papaya maradol, cultivada en la costa oaxaqueña, lo que vislumbra un panorama difícil en plena cosecha, coincidieron productores y autoridades consultados por Excélsior.
La Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural (Sefader) reportó preliminarmente que el fenómeno meteorológico afectó mil 608.60 hectáreas sembradas.
En un primer recorrido y reporte de productores, luego de 100 horas de lluvia constante, arroja unas 180 mil 605.40 toneladas de papaya anegada en la franja costera.
Sin embargo, el saldo total se podrá conocer una vez que amaine el temporal y drene el agua de todos los cultivos inundados, y se reúnan los asociados del Sistema Producto Papaya.
El productor Paulo Bernal González, de 37 años, originario de la comunidad de Collantes, del municipio de Santiago Pinotepa Nacional, perdió dos hectáreas de papaya, unas 200 toneladas, que habría de vender en la Central de Abasto, de Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Tras el impacto de John también se reportó la presencia de cocodrilos en zonas urbanas y playas.
Pobladores de Río Grande, Tututepec, capturaron un cocodrilo de unos dos metros de largo y lo trasladaron a la zona de reserva.
Por lo anterior, la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad recomendó a la población de la región de la Costa extremar precauciones.
Fuentes: Excélsior, TV Azteca Chiapas, ADN 40, Reforma, La Silla Rota, Enfoque Noticias, Debate
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