Treinta años después de que Adán Tolentino desapareció en la Central de Abastos de la Ciudad de México, se ha reunido con su familia.
En 1990, Adán, de seis años, acompañó a su padre a trabajar en la Central de Abastos, que atiende hasta 500,000 clientes cada día. Mientras que ambos caminaban por los pasillos del mercado, Tolentino soltó la mano de su padre y rápidamente se perdió entre la multitud.
Durante un tiempo, el niño sobrevivió vendiendo chicles en las calles de la capital, pero pronto fue acogido por una familia de Poza Rica, Veracruz, que lo alimentó, vistió y se aseguró de que terminara la escuela. Finalmente, Tolentino se casó y se mudó a Lolotla, Hidalgo, donde su esposa lo alentó a buscar a la familia que había perdido hace tantos años.
"Durante varios años, mi esposa me dijo que fuera a buscarlos", dice Tolentino, por lo que contactó a la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México (Cobupem) el 10 de junio y envió la documentación requerida para permitir que la organización gubernamental lo ayudara en su búsqueda.
La comisión revisó una extensa base de datos que contenía más de 10,000 posibles coincidencias, referencias cruzadas con información que Tolentino había proporcionado, y en pocos días llamaron a Tolentino para decirle que habían encontrado a su familia original.
“Me dijo ya encontramos a tu familia y yo dije pues cómo la van a encontrar, sí ya le encontramos. Yo me puse a llorar, estoy bien agradecido, sentí ahora sí que volví a nacer es una alegría muy grande de verdad me sentía que me faltaba algo, no sé, algo de mí. Creo que volvió a mí esa alegría”, expresó Tolentino. El sentimiento fue compartido por la familia de Tolentino, que apenas podía creer que después de 30 años se reunirían.
“A una de mis hermanas le mandan un mensaje y le dicen que encontraron a mi hermano, que si podíamos identificar la foto que habían mandado, conocimiento así de él no teníamos mucho, mi hermana me mandó la foto, lo vi y pues sí me llegó la impresión y me puse a llorar demasiado”, explicó Lucía Pereira Juárez, una de las hermanas de Tolentino, quien lo reconoció en la foto y de inmediato comenzó a llorar.
Adán emprendió un viaje desde Lolotla, Hidalgo, donde vive en la actualidad, hacia las oficinas de la Comisión de Personas Desaparecidas en Toluca. Ya en las instalaciones, Tolentino y su familia protagonizaron un conmovedor reencuentro.
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