La justicia pide al gobierno que entregue los estudios científicos que acrediten que la infraestructura no afecta a cuevas y cenotes.
Un tribunal federal de Yucatán ha ordenado este viernes suspender las obras del tramo 5 sur del Tren Maya, en el Estado de Quintana Roo. La justicia pide la paralización por las afectaciones que las obras provocan al subsuelo. La medida es definitiva y ordena al gobierno entregar los estudios científicos que acrediten que no se están incumpliendo las leyes ambientales contra el intrincado sistema de cuevas y cenotes sobre los que se construye el transporte.
La decisión tiene efecto sobre el itinerario que une las localidades de Playa del Carmen y Tulum, donde el sistema de cavernas y cenotes único en el mundo está siendo agujereado para colocar los pilares del Tren Maya.
El tribunal yucateco ha ordenado la suspensión definitiva para que se “paralicen las obras” hasta que se acredite que se han llevado a cabo “estudios geológicos, geofísicos y geohidrológicos”.
Los análisis deben cumplir varios condicionantes de la autorización ambiental que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, es decir, el gobierno, otorgó el pasado septiembre al Tren Maya.
El texto rezaba que los tramos 5 norte y sur no suponían impacto para el medioambiente. Varias organizaciones ecologistas alzaron la voz contra la autorización porque denunciaban que no se habían presentado estudios del suelo donde se iba a construir.
Los jueces han pedido al gobierno que entregue todos los registros de construcción del tramo 5 para saber que cuevas y cenotes han sido perforados -con posible contaminación del agua- y si han ocurrido derrumbes durante las obras.
“Este tribunal considera que los estudios son determinantes para establecer, cumpliendo con el principio de prevención, que efectivamente el tramo del Tren Maya no representa un peligro real para la estabilidad de los sistemas de agua subterránea en la zona”, han alegado los jueces.
La sentencia supone un nuevo contratiempo para el presidente, Andrés Manuel López Obrador, que espera inaugurar el tramo 5 norte del Tren Maya el 29 de febrero, antes de que comience la campaña electoral.
El resto del itinerario tendrá que inaugurarlo tras el 2 de junio, a pesar de que la intención del mandatario era hacerlo antes de la campaña. Es el segundo percance que sufre la construcción del ferrocarril en menos de una semana.
El pasado viernes tres obreros resultaron heridos tras la caída de un muro de contención en el tramo 6, al sur de Quintana Roo. Un estado en el que la cimentación del tren está siendo difícil por sus complejos sistemas de cavernas y cenotes, una maravilla natural que está en riesgo por la megainfraestructura que, según López Obrador, pretende cambiar el sur de México.
Fuente: EL PAÍS.
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