El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de reinstaurar la pena de muerte a nivel federal para delitos graves como violación, asesinato y pederastia. Esta medida se implementaría al asumir su nuevo mandato en enero de 2025.
Trump comunicó esta decisión a través de su plataforma Truth Social, argumentando que busca proteger a las familias estadounidenses y restablecer el orden en el país. Su postura contrasta con las acciones del actual presidente, Joe Biden, quien recientemente conmutó las penas de muerte de 37 condenados federales a cadena perpetua, avanzando hacia la abolición de la pena capital.
Durante su primer mandato, Trump reactivó las ejecuciones federales en 2017 después de casi dos décadas de suspensión. Sin embargo, en 2021, Biden impuso una moratoria a estas ejecuciones. Actualmente, la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos depende de la legislación de cada estado, pero con la propuesta de Trump, la competencia recaería nuevamente en el Departamento de Justicia federal.
Esta propuesta ha generado un intenso debate. Los defensores la ven como un mecanismo necesario para disuadir crímenes graves, mientras que los opositores señalan preocupaciones éticas, la posibilidad de errores judiciales y la falta de evidencia sobre su efectividad.
Se espera que Trump impulse esta y otras políticas relacionadas con la justicia penal al asumir el cargo, marcando un cambio significativo en las políticas federales sobre la pena capital en Estados Unidos.
Fuente: Cadena SER, El País
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